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Ene 11, 2019

¿No consigues mejorar tu inglés? Así puedes superar el nivel intermedio y pasar al avanzado

Actualidad

El objetivo es manejar el idioma con precisión y naturalidad para comunicar ideas más complejas, pero de forma más sencilla

Es un clásico a la hora de rellenar el currículum. «Idiomas. Inglés. Nivel: medio-alto». Es también una afirmación un tanto optimista sobre el nivel de inglés que se habla en España. Si tuviéramos que poner nota a nuestro dominio de la que se ha convertido en la lengua franca, los españoles nos evaluamos con un 2,67 sobre 5, el aprobado raspado, según el estudio Cambridge Monitor. Y si nos comparamos con otros países, España se sitúa en el puesto 32 (de 88) en cuanto al manejo del inglés, según el índice English Proficiency que elabora EF. La encuesta, que sirve de referencia para Gobiernos en todo el mundo, nos sitúa en el bloque de los países con nivel medio. A secas. La realidad se empeña, sin embargo, en empujarnos hacia el siguiente escalón: mientras que en el sistema educativo comienza a extenderse el concepto de bilingüismo, en las ofertas de trabajo se empieza a exigir un dominio avanzado del inglés. ¿Pero cómo se puede dar ese salto?

Cada vez más alumnos se adentran en este territorio. En las Escuelas Oficiales de Idiomas, por ejemplo, los estudiantes matriculados en los dos niveles más altos de inglés casi se han triplicado entre 2014 y 2017 (de 7.202 a 19.528); son los únicos grupos que crecen en número de matriculados. Para quien se haya propuesto mejorar su inglés y superar (por fin) el nivel intermedio, los expertos señalan tres claves: dos evidentes —esfuerzo y tiempo— y otra mucho más abstracta, que consiste en ser consciente de lo que implica hablar inglés de forma avanzada. «Se trata de alcanzar un nivel de soltura y una amplitud de rango en cuanto a los temas y a los contextos en los que uno puede operar», resume Simon Thorley, responsable de los cursos de inglés para adultos del British Council. «Es una combinación de soltura, rango, formalidad, control y exactitud».

El objetivo es comunicar ideas más complejas, pero hacerlo de forma más sencilla. O, en la terminología más técnica, pasar de los niveles B a un C. Así es como delimita la frontera el Marco Común Europeo de Referencia, que es la herramienta básica que define los distintos niveles en el aprendizaje de un idioma extranjero.

De esta manera, quien por ejemplo tenga un inglés B2 debe ser capaz, por ejemplo, de hablar de temas diversos, tanto concretos como abstractos, justificar opiniones y mantener una conversación con un nativo. Para escalar hasta un C1 (lo que el Marco denomina como el dominio operativo eficaz) o incluso a un C2 (maestría), se exige un nivel de sofisticación mucho más alto. «Es un cambio cualitativo y de mentalidad», asegura Montse Sàbat, jefa de estudios de la Escuela Oficial de Idiomas de Barcelona-Drassanes. «Con un B2 puedes manejarte en todas las situaciones, mejor o peor, pero eres capaz. En C1 ya no se trata solo de ese aspecto pragmático de poder comunicarte, sino de hacerlo mejor».

El primer concepto básico para entender en qué consiste este cambio de mentalidad respecto al idioma es el de la precisión. Lo que se exige es ser consciente, por ejemplo, de que decir «I’m tired» («estoy cansado») no es lo mismo que asegurar «I’m exhausted» («estoy exhausto»), aunque ambas opciones sean correctas. «Sabes exactamente la palabra que tienes que usar en cada situación y en cada momento», resume David Bradshaw, responsable de evaluación de Cambridge Assessment English para España y Portugal.

Se trata de aprender a dominar los diferentes registros del idioma y de mantener esa precisión en cualquier situación, tanto si estás haciendo una broma en una charla informal con amigos como si lo que necesitas es redactar un informe para entregar en el trabajo. En los niveles más bajos (A1, A2, B1), los alumnos se mueven en un círculo mucho más estrecho que se suele limitar al ámbito personal y a un registro informal. Conforme se avanza hacia el dominio del idioma, lo que se exige es ampliar ese abanico. «En los niveles más altos, se trabaja sobre todo un uso culto, formal o muy formal, pero siempre muy, muy preciso», añade Bradshaw.

No basta, sin embargo, con ser exacto. Esa precisión debe fluir con naturalidad. Las pausas que uno hace cuando habla en inglés ya no deben ser para pensar en cómo construir una frase o intentar recordar esa palabra que necesitas, sino para elaborar ideas más complejas. «A partir del B2, se da por hecho que ya sabes construir el lenguaje sin demasiado esfuerzo. La carga cognitiva ahora está en buscar las ideas. La pregunta no es cómo decir algo, sino qué decir», explica Bradshaw. También hay que aprender a leer entre líneas, a manejar los dobles sentidos del lenguaje, a captar los matices en lo que los otros cuentan y a saber utilizarlos cuando hablamos nosotros.

Para conseguir esa fluidez es imprescindible ampliar el vocabulario. «Un alumno de B2 puede conocer entre 5.000 y 10.000 palabras, pero en C1 debes saber más de 10.000», asegura Simon Williamson, coordinador pedagógico de las academias Berlitz. Ese es, sin embargo, uno de los principales obstáculos en el camino hacia un dominio avanzado del inglés. Los alumnos parten de una base, la del B2, que ya les permite desenvolverse prácticamente en cualquier situación. Una especie de zona de confort en la que cuesta trabajar la motivación para ir más allá. Sobre todo por lo complicado que resulta incorporar nuevas palabras y expresiones, más precisas pero de un uso más esporádico, y además hacerlo de tal forma que se puedan utilizar con naturalidad cuando la situación lo requiera.

«El gran reto de pasar del B2 al C1 es darte cuenta de que necesitas esas palabras», explica Bradshaw. «En muchos casos las tienes en el vocabulario pasivo, las reconoces o te suenan, pero no las utilizas. Tienes que encontrarte en situaciones en las que te fuerces a emplearlas. No necesariamente en el día a día, pues si habláramos siempre en C1 o C2 seríamos insufribles, pero sí debes tener ese nuevo registro en la recámara para cuando lo necesites».

200 horas de estudio

Los expertos aseguran que el salto a un nivel avanzado no es tal, sino más bien una continuidad. Pero cuanto más se progresa, más lenta resulta la evolución. También es más difícil de apreciar. Y trazar la frontera para saber cuándo uno ha llegado al territorio avanzado es prácticamente imposible. «Lo más difícil para el alumno es percibir que lo está logrando. Es necesaria una consciencia propia del estudiante para que se dé cuenta de que usa un vocabulario más amplio, que entiende textos sin necesidad de ir al diccionario…», ejemplifica Camila Martínez Torres, responsable de producto de inglés para adultos de Oxford University Press en España.

Para Olivia Rodríguez, que comenzó a estudiar inglés en el colegio y antes de Bachillerato ya había alcanzado el C1, el punto de inflexión fue darse cuenta de que había comenzado a pensar en inglés. «El rango de vocabulario al que empiezas a acceder te permite expresarte con más claridad, poco a poco te vas sintiendo más cómodo con el uso del lenguaje y eso te facilita que empieces a pensar en inglés», explica.

El proceso es, sin embargo, muy gradual. Y en los niveles avanzados, no es suficiente con machacar la gramática o aprender más vocabulario. Hace falta trabajar otras destrezas, que muchas veces se escapan a lo meramente lingüístico. En la Escuela de Idiomas de Barcelona-Drassanes, por ejemplo, los alumnos de los grupos de C1 —hay ya 250 matriculados, a pesar de que hace seis años no se impartían clases para este nivel— trabajan su inglés en debates sobre la libertad de expresión o el sistema sanitario. «Entran en juego otras habilidades: argumentativas, expositivas, de pensamiento crítico… que a veces se tienen en la lengua materna y otras no», asegura Montse Sàbat.

«También influyen la disciplina, la organización personal, una buena planificación y el estado anímico. Si quieres sacar un título para acreditar tu nivel, es necesario preparar esas habilidades no cognitivas», añade David Palencia, profesor y responsable de Daway Inglés, que enumera los tres exámenes más habituales para certificar un C1 en inglés: el Advanced de Cambridge, el TOEFL y el IELTS.

¿Cuánto tiempo hace falta para superar el nivel intermedio y comenzar a manejar el inglés de forma avanzada? Los expertos aseguran que es complicado cuantificar, pues depende de lo que uno aproveche las clases, pero también del contacto con el idioma que se tenga fuera del aula. El consenso está, sin embargo, en unas 200 horas de dedicación si se parte de un B2, el equivalente a un curso académico. «Pero es muy importante que el alumno sepa dónde está, qué tiene que hacer y cómo tiene que hacerlo», advierte Simon Thorley, del British Council. «Los estudiantes más capacitados e informados son los que progresan más rápidamente».

Tomado de elpais.com
Imagen de GETTY IMAGES

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